sábado, 28 de septiembre de 2013

Estudiantes 0 Velez 0









Estudiantes solía ser un candidato ejemplar. Ganaba, se imponía, era un candidato natural por historia y por presente. El León no le tenía miedo a las alturas: se sentía a gusto como lo dicta su historia. Vélez es el súper campeón. Conserva la mística, aunque le falta el juego. Ya no arrolla a sus adversarios con su nombre: apenas si los presiona. Solían ser partidos atrapantes, apasionantes, con el sello de los ganadores. Anoche, la verdad, dejaron todo. Fueron para adelante. Patearon como en las mejores épocas..., pero sin ese fuego sagrado. Sin esa antigua convicción, que deben tener en algún rincón de su cuerpo. En la cancha de Quilmes, Estudiantes no pudo y Vélez no supo. O Estudiantes no supo y Vélez no pudo. Da igual. El 0 a 0 los desnuda: están demasiado lejos del cielo.
Vélez está a cuatro puntos de Newell's (con un partido menos) y Arsenal. Estudiantes se encuentra a cinco unidades de la cúspide. Demasiado recorrido y poco espacio para la esperanza. La ilusión está recortada. Una pena.
Vélez, al menos, tiene un doble foco: la Copa Sudamericana anda dando vueltas en la esquina más próxima. Estudiantes es esto. Con Verón, si vuelve renovado, luego de su flamante lesión. Quieren, buscan, intentan. Tienen ambición... y nada. O poco, en realidad.
Estudiantes, como en el clásico contra Gimnasia LP, es una locomotora del primer mundo durante los primeros 10, 15, 20 minutos de juego. Al rato, casi sin proponérselo, casi sin darse cuenta, se parece a una vieja y destartalada formación ferroviaria, como la que viaja cerca de casa. Pisa el freno y se queda. Jara, Auzqui y Luna entienden el mismo idioma, el de la pelota contra el piso, el de la cabeza levantada, el ir para adelante. Carrillo los espera metros arriba, con el colmillo afilado. De pronto, vuelan en diferentes sintonías, no se entienden. Se chocan, se estorban.
Vélez es un buen equipo. Le falta dar el salto definitivo. Pratto-Zárate es una delantera de primer nivel. La comprensión, claro, lleva tiempo: el ex delantero de Lazio hace poco que tira paredes, repuesto de una lesión. Anoche, sin embargo, anduvo muy bien, no así el resto de sus colegas. Sin embargo, con algunas definiciones, convirtieron a Rulli en el mejor.
Cinco situaciones para Estudiantes, seis para Vélez: nada mal por cierto para dos equipos que se lanzan hacia adelante. Sin embargo, no tienen poder de gol. Les cuesta marcar. Tan lejos como cerca. El León tuvo mejores oportunidades, como aquel envío al travesaño de Román Martínez. Hasta Cubero pudo marcar. No era la noche, sin dudas. Ni de uno ni del otro.
La pelota siguió bien cerca de los arcos hasta el final. Debió marcar Estudiantes, pudo hacerlo Vélez. El gol fue, en definitiva, un fruto prohibido. No pudo ser. Y así, a pesar de las buenas intenciones, Estudiantes sigue sin ganar. Cinco partidos son demasiados (cuatro empates y una derrota). Vélez apenas si levanta la cabeza. Son dos candidatos disfónicos: los goles son de otro tiempo.
Formaciones
Estudiantes (LP): Gerónimo Rulli; Matías Aguirregaray, Santiago Vergini, Leandro Desábato, Jonathan Silva, Gastón Gil Romero, Román Martínez, Leonardo Jara, Carlos Auzqui, Jorge Luna; Guido Carrillo. DT: Mauricio Pellegrino.
Vélez: Alan Aguerre; Fabián Cubero, Fernando Tobio, Juan Sabia, Emiliano Papa; Agustín Allione, Francisco Cerro, Héctor Canteros, Alejandro Cabral; Mauro Zárate, Lucas Pratto. DT: Ricardo Gareca.
Estadio: Centenario
Árbitro: Néstor Pitana

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