lunes, 25 de junio de 2012

Juan Sebastián Verón : Despedida
































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Empate en 2 y se despidió La Bruja Verón"

Estadio 15 de Abril de Unión, en donde Juan Sebastián Verón, ahora sí, con 37 años y 251 partidos con la camiseta albirroja le dijo adiós al fútbol, que ya comenzó a extrañarlo

Las emociones arrancaron temprano, cuando el plantel albirrojo llegó al estadio, ya que la Brujita no paró de saludar gente, de firmar autógrafos y sacarse fotos. Luego, ya dentro de la cancha, llegaron más demostraciones de cariño, se le entregaron presentes y luego, cuando se esperaba el comienzo del partido, solamente la figura convocante del Nº 11 pincharrata pudo lograr que todo el estadio, absolutamente todo, se uniera en una aplauso con mezcla de cariño, reconocimiento y gracias por todo lo que le dio al fútbol en todos estos años.
En el cierre, ya en el atardecer aquí en Santa Fe, llegaría la ovación final. Cuando a los 44' salió reemplazado por Gastón Gil Romero, en donde otra vez el estadio se vino abajo y, ni hablar, de lo que fue la tribuna pincharrata, a la que con el partido ya finalizado, se dirigió una emocionada Brujita asistido por sus compañeros, para darle forma, ahora sí, al adiós definitivo.
¿Despedida? Para nada. Esa se la dieron el día del partido ante Olimpo, en el Estadio Ciudad de La Plata. La de ayer fue una bienvenida, la de Verón a otra etapa de su vida. Claro que no se lo verá dentro de una cancha de fútbol, seguramente en una función más dirigencial, siempre cerca de Estudiantes, porque el vínculo que los une es indisoluble.
Ayer hubo un partido. Que terminó en empate, ya que desde el juego no se sacaron ventajas. Empezó pegando la visita, con un buen gol de Gastón Fernández tras asistencia de Jara, y enseguida le empató Unión, con un cabezazo de Fausto Montero, luego de un buen centro de Rosales.
Lo de siempre. Estudiantes tenía circulación cuando la pelota pasaba por los pies de su capitán, y agredía con la potencia de Duván Zapata, un problema durante toda la tarde para los defensores tatengues.
Unión, que necesitaba al menos de un punto para zafar de todo, propuso un poco más, pero careció de justeza en los metros finales.
Claro que lo más importante que se jugaba ayer estaba en otras canchas, y por eso la atención de la gente iba y venía, y fundamentalmente regresaba al partido cundo asomaba Verón o bien el equipo de Kudelka visitaba las proximidades del área visitante.
SORPRENDIO
En el complemento, a poco de arrancar, sorprendió Unión con el gol de cabeza de Rodrigo Erramuspe, que resolvió entrando por el palo izquierdo de Andújar un centro que había enviado Donnet desde el córner, y luego de que el balón rozara en la cabeza de Zapata, ubicado en el primer palo.
Estudiantes pareció sentir el impacto ya que Verón declinaba en su andar por razones físicas, pero de pronto Matías Sánchez le puso un excelente pase en profundidad para el colombiano Zapata que voló por el andarivel del número 8 y cuando pisó el área grande despidió un furibundo remate alto de derecha, que buscó el palo izquierdo de Bologna, que nada pudo hacer. Dos a dos con olor a justicia.
Después el partido se equilibró hacia abajo. Unión siguió arrastrando problemas en la resolución final mientras que Estudiantes, con el ingreso de Mauro Fernández pareció despertar algo, pero ya los dos estaban persuadidos que el punto no estaba mal y solamente esperaron el final.
Un final que se potenció con la anunciada salida de Verón, que se aguantó hasta el cierre mismo del partido, y el pitazo los encontró en actitud disímiles.
La gente de Unión abrazada en el medio del campo celebrando la permanencia en primera división, y los 2.000 hinchas albirrojos que estaban ubicados en la tribuna que da espaldas a la avenida Perón, delirando en la despedida de Verón que se acercó hasta ellos para agradecerles una vez más tantas demostraciones de cariño.
Así se cerró la campaña de Estudiantes en el Clausura, con muchas cosas en el debe y otras muchas en el haber, pero con la duda clavada en cuanto a lo que le deparará el futuro. Sin Verón, seguramente con técnico nuevo ya que ayer se cerró el interinato de Martín Zuccarelli, y con un plantel totalmente remozado, que acentúa aún más el suspenso por lo que se viene.
Ayer fue el último acto de la Brujita que uno pocos privilegiados vieron desde la tribuna y donde la gran mayoría lo hizo por TV. Y junto que el adiós llegó la bienvenida, como no cabía otra cosa porque, sencillamente, como decía Troglio, "siempre estoy volviendo".



domingo, 17 de junio de 2012

Gracias D11oS


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VAMOS PINCHA CARAJO

Tremenda despedida de Verón de La Plata, con una fiesta y estas tres palabras. Muchos cantos y lágrimas de emoción: "Necesitaría ser Sábato para describir este momento. Seguiremos haciendo historia, como manda la historia".

Fue el gran protagonista de la noche. Claro, fue su despedida de La Plata, en su casa. Hubo cantos para Verón (37 años), camiseta especial de todo el equipo en su anteúltimo partido como jugador y en Estudiantes. Y hubo una caminata muy especial cuando fue reemplazado en el final: rumbo al banco, levantó uno de sus brazos y saludó a todos los hinchas. Y se sentó, y habló. Y posó con sus dos hijos. Y escuchó el "mire mire qué locura, mire mire qué emoción, ésta la famosa Bruja que vino a Estudiantes para ser campeón". También el "Olé, olé, olé, Bruja, Bruja", que resonó en toda la noche, fría. Se va Juan Sebastián pero su marca quedará para toda la vida del club, donde nació y donde se retira.
"Son muchos recuerdos, yo nací en este club. Obviamente que es un paso atrás en todo, acordarme de mucha gente, de muchas situaciones, muchos momentos. Lindos, duros, los que hacen a la carrera del futbolista", fue lo primero en decir Verón. Y contó que "cuando salí de la cancha pensé en mi vieja, mi viejo, mis abuelos, mis tíos, en toda mi familia. Mi señora, mis hijos, realmente en todos, amigos. Es algo que necesitaría ser Sábato para describir este momento". Empezó a lagrimear, emocionado, y dijo que "desde el sábado que lloro, es bueno emocionarse por estas cosas. Coincidiendo o no con todos, les digo gracias a todos".
Después, para ponerle cotillón a la fiesta por la despedida de Verón en La Plata, cayó una Bruja del cielo con una copa en sus manos. Y se la dio a la Bruja, que en su momento volvió al Pincha y ganó título y Libertadores, y que estuvo hasta cerca de ganarle al Barcelona. Y ya con buzo y la copa entre sus manos, rodeado de sus afectos, de su mujer Florencia, de sus hijos, de mamá y papá, siguió disfrutando de su despedida. Le entregaron la 11, firmada por todos, también estuvieron Sabella y Pico Mónaco, bien cerca. Emoción pura en la despedida de un grande del fútbol una fiesta grande para el ídolo Pincha.
Se hizo larga la despedida, ideal. Con más llanto, con más emoción, con la Bruja hablándole a corazón abierto a la gente, que interrumpía con un "la Bruja no se va, la Bruja no se va". Dijo: "Gracias a todos, gracias a mi familia, gracias a mis hijos. Los quiero mucho (a puro llanto). Los queremos mucho y seguiremos haciendo historia como manda la historia". Y el ídolo dejó este final inolvidable, a lo Bielsa cuando fue campeón con Newell's: "Vamos Pincha carajo".